La existencia de la Mocha Celis o la visibilidad en la invisibilidad educativa
de Sabrina Testa
viernes 13, 19 hs
Auditorio David Viñas
Av. Las Heras 2555
Músico invitado: Rodrigo Makluff (orquestas infanto-juvelines, caba)
Las preguntas de la que parte el presente libro son: ¿Hasta dónde incluyen, verdaderamente, la Ley Nacional de Educación y el sistema educativo? ¿Qué sucede con los colectivos que quedan fuera? ¿Qué garantías ofrece para incluir a la diversidad?
A partir de estas preguntas, este libro analizará la respuesta que dan los bachilleratos populares, y en particular el Bachillerato Popular Trans Mocha Celis.
En la Argentina, a partir de la crisis de 2000, surgen –como alternativa al modelo pedagógico imperante– los bachilleratos populares, en donde la relación educador-educando desestructura la verticalidad hegemónica del sistema educativo y da lugar a una relación de aprendizaje-enseñanza desde la horizontalidad, buscando sanar las heridas sociales e incluir a los tantos colectivos expulsados.
En el año 2011 se funda el primer bachillerato popular trans del mundo, que no sólo busca incorporar al colectivo trans al sistema educativo, sino también visibilizar a estas subjetividades y empoderarlas para que puedan erigirse como sujetos críticos de la realidad circundante.
Peligro, identidad!
Resulta difícil
discutir las capturas que impone la identidad en un país que sigue buscando a
400 nietes.
Resulta difícil
situar las garras propietarias de la identidad con un gobierno amarillento de
políticas excluyentes.
Resulta difícil
no dejarse atrapar por esa mascarada ilusoria con biopolíticas que organizan
este vivir y dejar morir y que siguen instalando morales confortables donde
alojarse.
¿Qué política de afectación de los cuerpos organiza determinadas
composiciones? ¿Qué composiciones-descomposiciones se encarnan en qué cuerpos? ¿Qué
afectaciones producen los encuentros-desencuentros con lo otro en tanto que
otro?
Lo otro sabe escapar
de las capturas de la lógica identitaria, que sabe de la tiranía que la
modernidad instala desde la identidad como principio. Que algunas veces olvida
que esto ha producido un modo de organizar el mundo regido por el principio de
lo igual. Ese principio que descarta y excluye. Que activa una proliferación
incesante de clasificaciones engendradas en aquel suelo histórico político. Y
en ellas, lo otro queda situado y
definido a partir de lo mismo. La operación de la
lógica identitaria nos lleva siempre
a uno de los dos extremos de las oposiciones binarias. Esta lógica conlleva los imperativos de conservación, de
correspondencia, de militancia por la igualdad de sí.
Pensar lo otro implica no situarlo en un
registro de lo identitario.
Pensar lo otro significa conmoverse,
revulsionarse, fragilizarse para, desde allí, existir. Lo otro como aquello que estalla las
referencias.
Modos de existir que no sólo quedan acechados
por las derechas sino también por ciertos microfascismos progres que, muchas
veces, reinstalan el imperio del Yo. Sutiles ninguneos que activan un variado
menú de acciones que podríamos pensar como operatorias políticas sobre lo otro.
Acciones en
las que lo otro queda:
abrumado, abusado, acabado, acallado, acondicionado,
acongojado, acribillado, adaptado, adecuado, agobiado, agotado, amenazado, amoldado,
amonestado, anestesiado, aniquilado, anulado, apagado, aplazado, arrasado,
archivado, asesinado, asimilado, atacado, avasallado, avergonzado, azotado,
banalizado, callado, cancelado, castigado, clausurado, comparado, compensado,
confinado, contrarrestado, controlado, cosificado,
criticado, custodiado, degenerado, degradado, demorado, denigrado, depuesto,
derogado, derrotado, desaparecido, descalificado, desclasado, desechado,
desfigurado, deshonrado, desterrado, destruido, desplazado, destituido,
desvanecido, desviado, devaluado, disfrazado, disipado, dominado, dudado, educado, enterrado, entristecido, escindido,
esclavizado, escoltado, examinado, fichado, herido, homogeneizado, humillado,
igualado, incluido, injuriado, integrado, interpretado, invisibilizado,
lastimado, lesionado, maliciado, maldito, maltrecho, marcado, menospreciado,
molestado, mortificado, neutralizado, ninguneado, nivelado, obstruido, oprimido,
patrullado, perseguido, prohibido, rebajado, recelado, rechazado, recluido,
reducido, relegado, reprimido, reprendido, reprobado, ridiculizado, sancionado,
señalado, silenciado, sojuzgado,
sometido, sospechado, subestimado, sujetado, tachado, temido, tildado,
tiranizado, totalizado, ultimado, ultrajado, vejado, vencido, vigilado,
violado, vulnerado…
Estrategias biopolíticas que se encarnan en
cuerpos institucionalizados, en dinámicas institucionales, en modos de relación
instituidos, en automatismos cotidianos.
Una gama homogénea de opciones que muchas veces
genera una escalada de enfrentamientos ciegos que refuerzan aquel lenguaje que
se buscaba destronar. Modos que reinstalan aquellas formas que se buscaban
denunciar y resitúan juegos de dominación y enfrentamiento que descomponen y
entristecen.
Dice Guattari “la cuestión no es decir que no
soy microfascista sino saber hasta qué punto lo soy, porque lo soy como todos;
lo importante es saber dónde se detiene esto, como se agencia, como se
revierte. (…) hay un límite, no a nivel de las leyes morales universales, de
imperativos categóricos, sino al nivel de leyes contingentes: hasta cierto
punto va bien, más allá no. Y no es una ley la que debe negociar el límite,
sino un agenciamiento colectivo de vida.” (Guattari 1977, 43)
Un bachi popular que busca escapar a las
capturas institucionalizadas de la educación pública.
Un bachi popular trans inventado bajo el
desafío de existir como un espacio intersticial y amigable.
Un espacio trans.
Ni xxy ni h2o.
Incontenible, incapturable, inclasificable.
Con la fuerza incómoda de aquello que encarna
la potencia del diferir, lo incapturable del ir siendo, el desafío de un vivir
trans.
Un trans vivir.
Un vivir más allá.
En tránsito, en viaje, en camino.
Un modo de vivir que sabe del diferir.
Acción vital expuesta al dolor, a la
incomprensión, a la orfandad. Ni padres fundadores, ni madres contenedoras. Ni
esceulas normales.
Sólo compañeres de viaje.
Sólo monstruos y mariposas.
Sabrina Testa (Buenos Aires, 1985). Es Profesora de Castellano, Literatura y Latín; Especialista Superior en Conducción de las Instituciones Educativas de Nivel Medio y Equivalentes; Especialista Superior en Profesor Tutor (ISP JVG). Realiza diversas actividades académicas, tales como la organización y exposición de las Jornadas de Educación Carcelaria (2010-2011, ISP JVG). Participa en diversos congresos y jornadas con trabajos que incluyen Filosofía, Literatura, Lingüística y Arte, entre otros temas. Dicta clases en el nivel secundario y ha sido ayudante de cátedra en diversas asignaturas del nivel terciario. Tiene publicada, entre otros textos, la ponencia "Cociente Intelectual vs. Inteligencia Emocional", en la revista digital Con-Textos (2015).
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